Por William y Marco Oswald
“Desde chica, mi mamá, que se llama Beatriz y es una feminista sin saberlo, me enseñó que uno tiene que enfrentar todos los obstáculos que se presentan con actitud y coraje, y transformarlos en un desafío”, cuenta Fabiana Tuñez, presidente del Consejo Nacional de las Mujeres de Argentina. Fabiana sabe algo de coraje y desafíos. Activista y pensadora estratégica, dedicó los últimos 23 años de su vida a cambiar las actitudes nacionales frente a la violencia contra la mujer, sus efectos derivados y la manera en que el Estado responde a las víctimas de este flagelo. Fabiana, contribuyó personalmente a dar forma al diálogo nacional sobre violencia de género y femicidio, que derivó en un Plan Nacional de Acción para combatir la violencia contra la mujer, mitigando la problemática social que enfrentara el gobierno anterior por más de una década. No es extraño que su labor le valiera ser destacada por Infobae como una de las diez mujeres más influyentes de la Argentina.
En 2003, alquiló con sus ahorros personales, un local en la Avenida Rivadavia 3917 y fundó junto a otras personas la influyente organización no gubernamental “La Casa del Encuentro”, que pronto se transformara en un actor fundamental que cambiaría la dinámica del diálogo sobre violencia de género a nivel nacional. Como vocera de “La Casa del Encuentro”, organizó en 2007, la primera marcha nacional para atraer la atención hacia las mujeres desaparecidas, víctimas de la trata de personas. Fabiana también se dio cuenta de que el primer paso para captar la atención nacional sobre la manera de resolver el problema de los femicidios era hacer visible la problemática (generalmente, se entiende que el femicidio importa el asesinato de una mujer por el sólo hecho de ser mujer). En otras palabras, para poder llevar soluciones, hay que conocer la dimensión del problema. En 2008, Fabiana y un grupo de voluntarios crearon la primera base de datos de femicidios de Argentina. En 2013, la base de femicidios, publicada nacionalmente con la ayuda de la Embajada de los Estados Unidos y otros colaboradores, reveló una estadística sorprendente que provocó un debate nacional sobre el tema: cada 35 horas, una mujer era asesinada en la Argentina. Si bien en la actualidad la Corte Suprema administra una base de datos similar, el parámetro definitivo sigue siendo la estadística anual de femicidios publicada por “La Casa del Encuentro”.
Fabiana es una destacada ex becaria del Programa de Liderazgo para Visitantes Internacionales (IVLP) del Departamento de Estado. Según nos cuenta, el programa que realizó en 2013 le ayudó a ampliar su horizonte internacional y a transformar sus objetivos para influenciar y cambiar el componente machista de la cultura argentina. En 2014, el Senado le otorgó un diploma de honor como distinción por su labor en la lucha contra la violencia de género.
En 2015, el gobierno del presidente Macri le propuso la presidencia del Consejo Nacional de las Mujeres y en ese momento, pensó: “Bueno, porque critiqué al gobierno durante mucho tiempo, ahora debería usar mi experiencia y compromiso para generar cambios”. Su objetivo era lograr que la violencia de género fuera considerada un derecho humano y hacer de la promoción de la lucha contra la violencia una política de Estado. El Plan Nacional de Acción fue presentado al presidente Macri y a la vicepresidente Gabriela Michetti en julio de 2016. Más allá de buscar erradicar la violencia contra la mujer, el plan utiliza la tecnología para potenciar las herramientas de la Nación para rehabilitar y proteger a las víctimas de violencia, y crea una campaña educativa para transformar normas culturales mediante la concientización sobre el problema de la violencia de género. El plan creará una red de 36 centros en todo el país, donde las víctimas de violencia podrán recibir atención médica y psicológica además de una vía hacia la independencia económica.
Actora preponderante del movimiento #NiUnaMenos, cuyas marchas iniciales de 2015 y 2016 congregaran a 300.000 personas y cristalizaran el sentimiento de todo un país contra la violencia de género, Fabiana cree que todavía queda mucho por hacer.
Argentina necesita luchar contra la banalización de la violencia contra la mujer y concentrarse en el cambio cultural, social y legislativo para transformar la cultura y la actitud. Reconociendo que cambios culturales profundos de esta clase no suceden de la noche a la mañana, Fabiana planifica estratégicamente a largo plazo. Argentina está en excelentes manos bajo el liderazgo de Fabiana, y mamá Beatriz debe estar orgullosa.
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